Siete de cada diez adultos padecen bruxismo
Cuando masticamos realizamos una fuerza de 10 a 50kg. dependiendo del sexo y edad, mientras que las personas que tienen bruxismo llegan a soportar una presión de unos 150 kg, ...
Cuando masticamos realizamos una fuerza de 10 a 50kg. dependiendo del sexo y edad, mientras que las personas que tienen bruxismo llegan a soportar una presión de unos 150 kg, Pese a que puede parecer un hábito extraño, la acción de apretar los dientes de forma involuntaria ha aumentado, en los últimos años. Las causas del bruxismo no se conocen suficientemente, aunque se considera que el factor desencadenante más importante es el estrés.
No prevenir los efectos del bruxismo, puede acabar desgastando el esmalte dental, lo que favorece la formación de caries y a sufrir sensibilidad dental al frío, al calor o dulces, pudiéndose llegar a romper alguna pieza dentaria o producir movilidad dental.
Además de trastornos de la articulación temporomandibular susceptibles de causar dolor diurno de cabeza, oído y cuello, cefaleas tensionales, molestias al abrir la boca, chasquidos y ruidos en la articulación, dificultad para masticar por inflamación de los músculos del área mandibular y maseteros, incluso esta patología puede desencadenar microdespertares, lo que hace que no se descanse adecuadamente y se sienta fatiga durante el día.
No existe un tratamiento específico para dejar de rechinar los dientes o apretar los maxilares. La única solución frente al bruxismo es una férula dental de descanso o relajación, ésta es una pieza personalizada a la boca de cada paciente, y permite que los músculos de la mandíbula se relajen.